domingo, 24 de diciembre de 2017

Noche en sillón

Mort se fue con su familia a pasar la nochebuena  a casa de su vieja tía, la cual vivía en un viejo rancho a las afueras de un pequeño pueblo no muy cerca de la montaña. Eran casi las 7 de la tarde y llegué al lugar no se oía ni grillos ya era casi de noche.
La tía nos recibió cariñosamente al igual que la casa la cual desprendía un ambiente bastante acogedor. Mis primos o eran muy pequeños o muy grandes como los de mi tío Luis. Estaba bastante aburrido, mientras preparaban la mesa me senté en un viejo sillón azul. Allí noté como unas pequeñas cosquillas en mi espalda me rasqué un poco y seme pasó pero al rato igual. Cuando de repente un ser diminuto salió del hueco del sofá para saludarme, mi cara lo dijo todo. Incluso me restregué los ojos varias veces porque no daba crédito. El pequeño ser se presentó ante mí. Me dijo que él también estaba aburrido y que llevaba todas las nochebuenas observándome desde que era apenas un bebé. Me contó muchas cosas de mi familia, como aprender a valorarla y quererla. Había una frase que decía algo así como "Aprovecha esta noche que están todos contigo, el tiempo no se detiene". No logre entenderla por aquel entonces pero ahora sí que lo entiendo. Jugamos durante toda la noche y hablamos, no me moví del sillón apenas. El pequeño ser incluso hizo su propia cena con restos de una vieja aceituna y migas de pan. Espero poder volver a verlo el año que viene, pues me cayó la mar de bien.
Álvaro Ruiz.

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